DE VANIDADES, PURISMOS, Y ORMACISTAS

El otro día, oí un comentario de un conocido bizkaíno, que me hizo gracia, este bizkaíno hoy burukide de una Junta Municipal, fue antiguamente un ormacista de los duros aunque con el paso del tiempo retornó a la militancia del EAJ. Su comentario era sobre Arzalluz y era algo así como “ Se pasó todo su mandato echando a los independentistas del partido y ahora quiere dar lecciones de independentismo”.

Quiero aclarar que no comparto su comentario, ni Arzalluz echó a independentistas ni el ormacismo fue una lucha por la ideología. Porque si hacemos un repaso a todas las peleas internas que hemos vivido en los últimos 30 años, observaremos que han sido meras luchas por el control interno del partido, en las que el bando que perdía decía a continuación que ellos eran los puros y los independentistas y los ganadores de la contienda los moderados, regionalistas, mitxelines etc. Pasó cuando Ormaza, pasó después con Garaikoetxea, pasó cuando Imaz venció al denominado “sucesor natural” ( término que solo existe en las monarquías y dictaduras bananeras), y pasa aún hoy en día con esos recalcitrantes que se empeñan en enarbolar banderas de purismo y no quieren reconocer que solo les mueve la triste vanidad ( si, si, el capitan independentzia).

Que nadie se llame a engaño,no es un fenómeno nuestro, lo mismo que pasa en el EAJ, pasa con los superabertzales de la autodenominada izquierda abertzale cuando se dirigen a nosotros para darnos lecciones de abertzalismo, pasa con los sectores que pierden en las elecciones dentro del partido socialista y que siempre dirán que ellos son los socialistas mas puros, pasó en Catalunya con los “exquisitos” de Esquerra Republicana que iban de independentistas y acabaron entregando el Gobierno catalán a los españoles. Es la eterna táctica del que pierde en las luchas por el control del aparato, proclamarse el mas puro y pristino y pedir a los demás una radicalidad que ellos no ejercerían de tener el poder.

Solía contar Arzalluz, de aquel articulo escrito por Unamuno a raíz de descubrirse que el anormal aumento de la enfermedad del cretinismo en la comarca de Las Urdes, se debía a que el agua que consumían no filtraba en la tierra por ser terreno rocoso, y no tomaba por tanto las necesarias sales minerales, concluía el autor diciendo en su articulo, que lo mismo que el agua pura producía cretinísimo físico, las ideas demasiado puras y profesadas en tal estado, acababan indefectiblemente por producir cretinismo intelectual.

Sumemos la vanidad, el mar perder, y el purismo ficticio, añadamos el pecado capital de la soberbia y el resultado nos dará algunas claves para entender fenómenos cercanos.

Ander M. Somarriba