De como ganar unas elecciones:
El otro día salía en los informativos Zapatero felicitando a Patxi López por la histórica victoria del PSOE en Euskadi. Patxi sonreía ufano y recibía palmaditas en la espalda, y la verdad, yo pensaba para mis adentros: ¿ Se lo estará creyendo Patxi?, espero que no sea tan arrastracueros como para creerse que el merito de la victoria esta en su figura o su equipo del PSE, que es por cierto bastante mediocre. Tenía que haber sido Patxi quien felicitase a Zapatero por el éxito obtenido, y sobre todo dar las gracias al equipo formado por Rajoy-Acebes -Zaplana, que han conseguido que muchos votantes del EAJ-PNV, hayan pensado que antes que estos trogloditas lleguen al poder mejor votamos a Zapatero. No cabe duda de que el PP ha hecho una política estos cuatro años tan antivasco y anticatalana que han generado votos en las zonas mas pro-España, pero a la vez han generado un rechazo rayando con terror en Euskadi y Catalunya, y eso ha marcado la diferencia entre ZP y Rajoy, vascos y catalanes han dado al del talante la victoria.
Así que si Patxi se cree que el merito es del PSE, o que puede repetir resultados en unas autonómicas esta equivocado, pero bueno, no hay mal que por bien no venga, dejemos que el se lo crea,, y que la gente se crea que es posible una victoria de los socialistas, porque esa es una de las claves del titulo de este articulo.
No es cuestión de minimizar el efecto de nuestros errores internos y externos en el batacazo que nos hemos pegado, eso ya esta analizado en los artículos que están mas abajo, ahora pretendo examinar algunas de las bazas que nos permitieron alcanzar la victoria histórica del 2001:
Primero: Se hizo mas que creíble que existía la posibilidad real de que el EAJ perdiese las elecciones y otro partido o coalición liderada por fuerzas españolistas se hiciese con el Gobierno vasco. Así pues dejemos que Patxi se venda a si mismo como futuro lehendakari y que se difunda esa posibilidad de hecho de que Ajuriaenea puede tener inquilino españolista, ya hemos visto que la bipolarización es buena para los polos y saca de campaña a los demás partidos menores.
Segundo: Contábamos con un candidato creíble, que trasmitía un mensaje honesto, humano, posible, de mano tendida, y era novedoso en su discurso. Desgraciadamente muchos años en Ajuriaenea o en cualquier palacio presidencial, desconectado de la gente real de la calle, oyendo solo alabanzas, rodeado de una corte de pelotas que solo teme que si se va el jefe se les acabe el trabajo, termina por quemar a los mejores políticos, ya sean lehendakaris, Diputados Generales, o Alcaldes. Un candidato ganador no se improvisa, no se puede nombrar a un desconocido, o a un conocido de esos que cuando suena su nombre la gente se encoje de hombros o incluso bosteza, tenemos el candidato ganador que necesitamos: Josu Jon Imaz, tiene todos los requisitos apuntados, pero además de él se puede decir aquello de: ¿A cuantos vascos conoces a los que contratarían en la Universidad de Boston para dar clase?, se admiten contestaciones.
Tercero. Evitar el frentismo y la radicalidad. En aquella precampaña y campaña se elaboró un minuciuoso plan de comunicación, se nombro a un grupo de portavoces autorizados; solo ellos podían actuar como tales, y tenían un manual de que cosas se podían decir y que cosas no se podían decir, entre los términos que no se podían usar en campaña estaban autodeterminación, independencia y cosas por el estilo. Ah! y con el visto bueno, o tal vez por indicación del propio candidato a lehendakari hubo dos personas a las que se pidió que no participasen en la campaña, ¿adivina el lector quienes? Xabier Arzalluz, y Joseba Egibar.
Una campaña no es para hablar del fin ultimo al que aspiramos, sino de los próximos cuatro años, de que queremos hacer, de que podemos ofrecer, de nuestra credibilidad, los frentismos mejor los dejamos para otros momentos.
Ah! y dos consejos para nuestros dirigentes, el primero es que sepan que el que te escriban otros el discurso no es ninguna vergüenza, así que antes de anestesiar a la gente mejor busquen quien les ayude; el segundo es que para improvisar un buen discurso son necesarias muchas horas de trabajo previo.
Así que si Patxi se cree que el merito es del PSE, o que puede repetir resultados en unas autonómicas esta equivocado, pero bueno, no hay mal que por bien no venga, dejemos que el se lo crea,, y que la gente se crea que es posible una victoria de los socialistas, porque esa es una de las claves del titulo de este articulo.
No es cuestión de minimizar el efecto de nuestros errores internos y externos en el batacazo que nos hemos pegado, eso ya esta analizado en los artículos que están mas abajo, ahora pretendo examinar algunas de las bazas que nos permitieron alcanzar la victoria histórica del 2001:
Primero: Se hizo mas que creíble que existía la posibilidad real de que el EAJ perdiese las elecciones y otro partido o coalición liderada por fuerzas españolistas se hiciese con el Gobierno vasco. Así pues dejemos que Patxi se venda a si mismo como futuro lehendakari y que se difunda esa posibilidad de hecho de que Ajuriaenea puede tener inquilino españolista, ya hemos visto que la bipolarización es buena para los polos y saca de campaña a los demás partidos menores.
Segundo: Contábamos con un candidato creíble, que trasmitía un mensaje honesto, humano, posible, de mano tendida, y era novedoso en su discurso. Desgraciadamente muchos años en Ajuriaenea o en cualquier palacio presidencial, desconectado de la gente real de la calle, oyendo solo alabanzas, rodeado de una corte de pelotas que solo teme que si se va el jefe se les acabe el trabajo, termina por quemar a los mejores políticos, ya sean lehendakaris, Diputados Generales, o Alcaldes. Un candidato ganador no se improvisa, no se puede nombrar a un desconocido, o a un conocido de esos que cuando suena su nombre la gente se encoje de hombros o incluso bosteza, tenemos el candidato ganador que necesitamos: Josu Jon Imaz, tiene todos los requisitos apuntados, pero además de él se puede decir aquello de: ¿A cuantos vascos conoces a los que contratarían en la Universidad de Boston para dar clase?, se admiten contestaciones.
Tercero. Evitar el frentismo y la radicalidad. En aquella precampaña y campaña se elaboró un minuciuoso plan de comunicación, se nombro a un grupo de portavoces autorizados; solo ellos podían actuar como tales, y tenían un manual de que cosas se podían decir y que cosas no se podían decir, entre los términos que no se podían usar en campaña estaban autodeterminación, independencia y cosas por el estilo. Ah! y con el visto bueno, o tal vez por indicación del propio candidato a lehendakari hubo dos personas a las que se pidió que no participasen en la campaña, ¿adivina el lector quienes? Xabier Arzalluz, y Joseba Egibar.
Una campaña no es para hablar del fin ultimo al que aspiramos, sino de los próximos cuatro años, de que queremos hacer, de que podemos ofrecer, de nuestra credibilidad, los frentismos mejor los dejamos para otros momentos.
Ah! y dos consejos para nuestros dirigentes, el primero es que sepan que el que te escriban otros el discurso no es ninguna vergüenza, así que antes de anestesiar a la gente mejor busquen quien les ayude; el segundo es que para improvisar un buen discurso son necesarias muchas horas de trabajo previo.
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